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La gran mayoría de vehículos de nuestro país tienen un motor de combustión tradicional, por lo tanto, están ligados a una serie de emisiones de más a menos importancia, dependiendo de su peso, el número de cilindros o el tamaño del motor. Pero, lo más crucial, es que se rigen por la normativa europea de contaminación que superaron en su día, por lo que un diésel o gasolina pueden tener o carecer de una etiqueta, aún no presentando diferencias entre sí.

Durante los últimos años se ha disparado el tema del dióxido de carbono expulsado a la atmósfera, y ha cobrado mucho protagonismo la concienciación con un mundo mucho más sostenible. Los vehículos más beneficiados han sido aquellos asociados a los distintivos Cero y Eco de la DGT.

¿Qué vehículos entran aquí?

Los 100% eléctricos, y aquellos que utilizan un sistema de propulsión híbrido enchufable, cuya autonomía en modo EV sea superior a los 40 km, contando también con los híbridos convencionales. Además, se incluyen: los vehículos con motores electrificados con tecnología mild-hybri; los sistemas de propulsión que admiten el uso de gas natural, GLP o GNC; y los híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía eléctrica.

Por lo tanto, es relativamente fácil conocer cuánto contamina nuestro vehículo, ya que solo hay que consultar la ficha técnica del mismo. Este documento, que es esencial en cualquier vehículo, refleja el número exacto de gramos de CO2 expulsados al ambiente, por cada km que recorre nuestro coche. Esto se sitúa en la parte inferior derecha, justo arriba del campo V.9. También puede consultarse en la web del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

A la hora de adquirir un coche, es importante saber cuánto contamina, ya que esto influye a la hora de pagar el impuesto de matriculación del vehículo. Desde el 1 de enero de 2020 entra en vigor en Europa la nueva normativa de emisiones WLTP, por lo que los datos relacionados con el consumo y emisiones de combustible, se incrementó.

Para finalizar, cabe destacar que, si quieres obtener un conocimiento exacto del consumo de tu coche, siempre hay que tener en cuenta un margen de error. La mayoría de coches gastan cada 100 km, 1,5 litros más, aproximadamente, de lo que se refleja en su ficha técnica. Puedes obtener los gramos por km de CO2 que emite tu coche en condiciones reales, siguiendo estos pasos: multiplica el gasto medio real por el nivel de emisiones declarado, y divídelo entre el consumo medio homologado.

 

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