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A medida que el mercado europeo avanza hacia niveles más avanzados de conducción autónoma, España se enfrenta al desafío de ponerse al día en su regulación. Lamentablemente, el país se ha quedado rezagado en términos normativos en comparación con naciones que han adoptado leyes más permisivas para impulsar la tecnología de conducción autónoma.

Actualmente, solo los vehículos con un nivel de autonomía 2 están autorizados para circular en las carreteras españolas, mientras que otros países del continente ya han permitido la implementación de vehículos con niveles de autonomía más avanzados. Esto representa una brecha regulatoria que España necesita abordar para no quedarse atrás en la adopción de la conducción autónoma en Europa.

Existen 5 niveles de conducción autónoma que se dividen en: solo conductor, asistida, automatización parcial, automatización elevada y automatización completa

¿Qué pasa con los coches autónomos en España?

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha expresado su preocupación acerca de la falta de avance de España en términos de innovación y conducción autónoma, principalmente debido a su marco normativo limitado en este ámbito. ANFAC solicita a la implementación de una normativa que permita la operación de vehículos autónomos de nivel 4 antes de que termine el año 2023.

Estos vehículos pueden funcionar sin intervención humana, y la asociación ha destacado la importancia de evitar quedarse rezagado en esta tecnología avanzada, señalando las posibles consecuencias negativas que podría acarrear para el país.

Conducción autónoma

España, como una fuerza destacada en la industria automovilística europea, debería mantener el ritmo de países como Francia y Alemania, que están avanzando rápidamente en el campo de la conducción autónoma.

En la opinión de ANFAC, para aprovechar plenamente las capacidades de esta tecnología, el Gobierno español debe llevar a cabo modificaciones en diversas regulaciones, incluyendo las relacionadas con el tráfico, con el objetivo de permitir la operación de vehículos de conducción autónoma de nivel 4 en las carreteras españolas a partir de 2023.

La organización señala que, aunque España dio un paso inicial en esta dirección con una ley promulgada en 2021, desde entonces no se han producido avances adicionales y la regulación actual limita la autonomía de los vehículos al nivel 2. Esto contrasta con otros países que han establecido marcos normativos más avanzados para la circulación de vehículos autónomos.

En consecuencia, España está enfrentando dificultades para avanzar en esta área, y la adaptación de su normativa se ha vuelto esencial para mantenerse a la vanguardia en el desarrollo de la conducción autónoma.

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España debe avanzar y solucionar su estancamiento

Para hacer realidad la conducción autónoma, es crucial que el Gobierno tome medidas decisivas y ajuste el marco normativo para permitir la circulación de vehículos con funciones de conducción completamente automatizada de nivel 4. Según el director general de ANFAC, José López-Tafall, a diferencia de la electrificación, todavía hay margen para evitar quedarse rezagados, pero es esencial actuar de inmediato.

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La creciente demanda de niveles más avanzados de conducción autónoma, especialmente de vehículos de nivel 4, es una tendencia global que España podría perder si no toma medidas rápidas para modernizar su regulación.

Por tanto, es imperativo que el gobierno español adopte medidas contundentes para adaptar su marco normativo y permitir la circulación de vehículos autónomos con funciones completamente automatizadas hasta el nivel 4, para mantenerse al día con las demandas actuales del mercado y las nuevas necesidades tecnológicas.

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