Los coches eléctricos están en auge y casi todo el mundo conoce a alguien que tiene uno o está a punto de adquirirlo, pero ¿realmente estamos preparados en España para tener coches eléctricos? Exponemos algunos datos.
La UE estableció que para 2030 hay que reducir, al menos, un 55% las emisiones y el vehículo eléctrico es una muy buena vía para cumplirlo, pero el camino es largo y todavía queda mucho por hacer.
Actualmente en España hay 18.000 puntos de carga públicos de vehículos eléctricos. En el 2018, durante la celebración de IV Foro Nissan de la Movilidad Sostenible se estableció que en 2030 debería haber 220.000 cargadores en todo el país.
Sin embargo, la transición del coche de combustión al eléctrico no está siendo fácil. El parque de vehículos eléctricos en España es reducido. Los eléctricos puros -recordemos que también están los híbridos- crecieron un 31% en este año con respecto al 2021, pero esto solo supone que este tipo de transporte cope el 3,79% del parque. La media en Europa se sitúa en torno al 10%. Noruega cuenta con el 79% de estos coches, Portugal con el 11,4% e Italia están parejos a España.
¿Cuál es la clave para los coches eléctricos?
Los cargadores. Según el barómetro de electromovilidad de ANFAC, España está a la cola del ranking europeo de movilidad eléctrica. El objetivo de ANFAC es el de contar con 70.000 cargadores en 2023, pero actualmente estamos en 18.000. Actualmente, España es fabricante de coches eléctricos, no de cargadores. Y, a pesar de las ayudas, es difícil tener un coche de estas características ya que la red de cargadores es escasa. Tanto es así que la oferta actual es muy superior a la demanda de estos coches ya que no hay dónde cargarlos.
Otro de las claves a las que apuntan los expertos es a que los coches se carguen en casa. El problema es que en España el 70% de los coches pasa la noche en la calle y es difícil competir con países como Países Bajos donde en ciudades como Ámsterdam hay cargadores cada 100 metros en los barrios donde hay edificios sin parking.