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Si bien cuidas con esmero tu coche, cada vez que lo dejas aparcado fuera del garaje, ya sea en un aparcamiento público o en la calle, está expuesto a sufrir golpes y rozaduras que dejan rayones y abolladuras. Estas marcas, admitámoslo, son ‘cicatrices y arrugas’ inevitables en la vida de tu automóvil, por más frustrantes que resulten.

Aunque un pequeño arañazo o desconchón en la pintura no siempre hace que los amantes de los coches se preocupen demasiado, las abolladuras sí lo suelen hacer. Una abolladura no tiene nada de atractivo y puede ser sumamente molesta.

¿Pero puedes hacer algo para remediarlas? La respuesta es sí. Dependiendo de la abolladura, puedes encontrar profesionales del detallado que rectifiquen sin necesidad de pintar de nuevo, pero esto puede resultar costoso.

Ten cuidado a la hora de intentar quitarla

Por eso, si deseas devolver la chapa de tu coche a su estado original sin gastar mucho, te ayudaremos para que, con calma y buenas herramientas, puedas hacerlo tú mismo. Antes de comenzar, observa cuidadosamente las abolladuras para determinar su ubicación y profundidad. ¿Está abollada una puerta, el capó, el techo? ¿Ha saltado la pintura? Según tus respuestas, elegirás el método y las herramientas adecuadas para reparar las abolladuras en tu coche.

Recuerda realizar el trabajo en un espacio seguro y limpio, preferiblemente en tu garaje, o en un ‘box’ de alquiler cercano que pueda proporcionarte los utensilios necesarios.

Una abolladura en la carrocería requiere habilidad y paciencia. Si observas óxido, es mejor que acudas a un taller de chapa y pintura. Si decides arreglarlo tú mismo, el método más sencillo es utilizar una fuerza de succión para devolver la chapa a su forma correcta.

Hay herramientas como ventosas que son útiles para abolladuras en paneles planos sin desperfectos en la pintura. Otra opción más profesional es un kit de reparación con una herramienta en forma de pinza que permite tirar de la abolladura para enderezar la chapa.

Una alternativa preferida por profesionales es el ‘martillo de inercia’, una barra metálica con mango pesado que tira de unos remaches adheridos al centro de la abolladura.

Si la abolladura es en plástico, puedes intentar remojarla en agua hirviendo y empujarla desde dentro si es hueca. Si es sólida o no puedes acceder al interior, usa calor para moldearla.

Recuerda ser paciente y seguir cada paso cuidadosamente. Si no estás seguro de cómo proceder, siempre es mejor dejarlo en manos de un profesional.

Reparar las abolladuras por ti mismo puede ahorrarte dinero en el taller, pero hazlo con calma y los medios adecuados para obtener buenos resultados. Tu coche y tu bolsillo te lo agradecerán.

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