Los vehículos pueden sufrir muchos tipos de averías durante todo el año, pero está demostrado que en verano es cuando se registra una mayor cantidad de incidencias. Las averías aumentan en torno a un 5% durante esta estación, esto se debe a varias causas pero principalmente a tres puntos importantes. Las distancias recorridas suelen ser mayores ya que solemos realizar viajes en nuestras vacaciones.
En segundo lugar, se le suele prestar menor atención al mantenimiento del coche y por último, el incremento de temperaturas ya que estas condicionan el rendimiento del motor.
Precisamente el aumento de las temperaturas en verano provoca que el mayor número de problemas estén relacionados con el aire acondicionado, el radiador, el sistema de enfriamiento y los neumáticos.
– Protege tu coche del Sol –
Trata siempre y cuando sea posible, estacionar tu coche en lugares que haya sombra.
Evitar esta exposición al Sol puede ahorrarte un deterioro de la pintura y plásticos del interior. Utiliza los parasoles para proteger tanto el parabrisas como el interior de tu coche si aparcas fuera de la sombra.
– Verifica el nivel de líquidos –
Por las elevadas temperaturas, se produce en mayor medida una evaporación de los líquidos del coche, como el refrigerante, el aceite o el líquido de frenos. Asegúrate de verificar sus niveles y rellenarlos en caso necesario según las indicaciones del fabricante.
– Vigila tus neumáticos –
Una vez más, por las altas temperaturas, la presión de los neumáticos pueden aumentar.
Esto puede hacer que la estabilidad a la hora de circular se vea comprometida y que también se vea afectado el rendimiento del vehículo. Verificar que la presión es la correcta es algo muy importante y tan solo nos llevará un momento, vigílala y ajústala según las indicaciones del fabricante.
– Evita el sobrecalentamiento –
Vigila la temperatura a la que trabaja tu coche, si comienza a calentarse detente de inmediato en un lugar seguro y apaga el motor.
Espera a que se enfríe para volver a reanudar tu marcha ya que conducir con el coche sobrecalentado puede causar daños irreversibles al motor ya que hacen que los componentes metálicos se dilaten e incluso se vuelvan más frágiles.
La mejor forma de cuidar tu coche en verano o en la estación que sea es instalando un dispositivo CarCentinel.
Mantén protegido y localizado tu vehículo las 24 horas del día, 7 días a la semana.