Conducir es una actividad que requiere un alto grado de responsabilidad y atención, ya que de nuestras acciones dependerá la integridad de nuestro vehículo, nuestras vidas e incluso vidas ajenas. Por este motivo, es importante recalcar la importancia que tiene un elemento tan primordial a la hora de conducir como es la capacidad de percepción de peligros que debe de tener un conductor.

Una situación de riesgo es aquella que lleva al conductor a estar alerta ante un imprevisto que le puede obligar a tomar una decisión: reducir la velocidad, frenar, cambiar de dirección, etc.

Se refiere a la capacidad que tiene una persona de detectar y reaccionar ante una situación de riesgo mientras conduce. Por esto, es muy importante mantener la alerta para poder detectar cualquier imprevisto.

Tener entrenados el cuerpo y la mente será un factor clave a la hora de la toma de decisiones, ya que esta destreza es la que puede salvar nuestras vidas. No solo deben mantenerse alerta los conductores, también los peatones pueden estar expuestos a peligros, por esto hay que concienciar a todos los usuarios de las vías para así evitar los accidentes.

Un claro ejemplo de percepción del riesgo en la conducción puede ser cuando vamos conduciendo y divisamos una pelota en medio de la carretera e instintivamente tomamos la decisión de reducir la velocidad e incluso pararnos.

La percepción de riesgos es inversamente proporcional a la probabilidad de sufrir un accidente, a mayor percepción, menores serán las probabilidades de sufrir un accidente ya que nos podremos anticipar a ellos y reaccionaremos a tiempo.

Pero esto no solo depende de nosotros, también influyen factores como la velocidad, el estado de la carretera, la visibilidad o incluso la potencia del vehículo. Todo esto combinado con nuestros conocimientos a cerca de la peligrosidad determina la capacidad que tenemos. Por ello, esta destreza debe entrenarse y adquirirse para poder conseguir una conducción segura.

¿Cómo puedes mejorar la percepción de riesgo?

1. Al aproximarte a pasos de peatones y zonas escolares, reduce la velocidad y cede el paso.
2. Respeta y sigue siempre las indicaciones de las señales y agentes de tráfico.
3. A la hora de adelantar a ciclistas y motoristas, recuerda dejar el espacio mínimo obligatorio de metro y medio de separación lateral, extremando precauciones si la visibilidad es reducida o la carretera es estrecha.

Recuerda no presionar a otros conductores en las incorporaciones y salidas de las vías, facilita siempre la conducción a los demás.