El CarSharing es en resumidas cuentas lo que su nombre indica, compartir coche. Pero ¿Cómo se comparte? Se alquila un coche de un tercero ya sea una empresa o un particular y este alquiler puede ser desde unos minutos hasta unos días. Esto aunque parezca bastante innovador, nació en el 1987 en Suiza tras esto, en 1988 se fundó en Berlín la primera empresa alemana de CarSharing conocida hoy en día como Greenwheels. El crecimiento de usuarios de estos servicios animó a muchas otras ciudades a apoyar estos sistemas, y así fue como en los años noventa Austria, Holanda, Gran Bretaña, Italia, Bélgica, Francia y España recibieron algunos proyectos de CarSharing.
El transporte es responsable de una quinta parte de todas las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. El modelo de ‘CarSharing’ presenta una solución a los problemas de movilidad de los entornos urbanos y, por supuesto, ayuda a reducir la contaminación. Unos 15 millones de personas lo utilizan en Europa
¿Cómo funciona el “CarSharing”?
Normalmente va ligado a una aplicación móvil, cualquier persona que lo desee, se registra identificándose y validando su carnet de conducir. Tras esto, puede solicitar uno de los coches disponibles de la flota cerca de su ubicación, en la propia aplicación aparecerá el coste a desembolsar por minuto o kilómetro dependiendo del tipo de servicio que solicite y el punto en el que quiera devolver el coche.
Existen distintos tipos de CarSharing aunque todos siguen el mismo procedimiento a la hora de alquilar el vehículo:
- CarSharing de particulares: El más común, el alquiler suele ser por minutos aunque también exiten modalidades en las que, bajo un mismo precio, se pueden hacer una gran cantidad de kilómetros pensando en viajes más largos como escapadas de fin de semana por ejemplo.
- CarSharing corporativo: Ofrece un servicio que permite a los empleados de una compañía hacer uso de los vehículos de los vehículos de la propia empresa que previamente ha contratado a través de una empresa de CarSharing.
Ventajas e inconvenientes del CarSharing
Ventajas
Rapidez: Si te surge cualquier circunstancia en la que necesites desplazarte rápidamente, podrás contar con un vehículo a golpe de clic.
Aparcamiento: Es uno de los mayores problemas de los conductores, más aún si transitan por las zonas céntricas de las ciudades. Estos coches suelen tener parkings habilitados que te servirán de gran ayuda a la hora de estacionar.
Contaminación: Estos vehículo suelen ser eléctricos para ayudar así a la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, además te permitirá acceder a las ZBE sin ningún problema.
Ahorro: Al no tener la necesidad de estar manteniendo un coche para no darle gran uso, ahorrarás utilizando solo las veces que lo necesites realmente.
Desventajas
Disponibilidad: No siempre está toda la flota de vehículos a tu disposición, por lo que es probable que alguna vez no encuentres algún vehículo accesible.
Largas distancias: Es mejor que te plantees un alquiler tradicional ya que seguramente te saldrá más rentable.
Smartphone: Aunque parezca una tontería, necesitas que tu móvil tenga batería tanto como para iniciar tu alquiler como para finalizarlo.